Fernando Romero Gallego también ha venido, como otros muchos paisanos, a traernos su Patacabra Jubilada.
Nació el 4 de marzo de 1951 en Ubrique, concretamente en la finca del Parapeto de don Adrián. Entra a la edad de ocho años en la fábrica de Eugenio Viruez Rivero, que la tenía con sus hermanos Manuel, José Luis y Rafael. La fábrica estaba ubicada en el molino de don Federico Sánchez, junto a otras fábricas que también estaban en este molino. Sus comienzos en la fábrica son junto al oficial Francisco Fabero, que le controlaba esas primeras faenas, como eran dar el pegamento y los empastes que hacía a los monederos de tacón. También nos hace mención de Antonio González González, que fue quien lo enseñó a trabajar y adquirir un gran dominio de la chaveta, pues como él bien nos dice, para hacer la estuchería había que tener gran destreza de esta herramienta para sacar los filos a las tiras. Trabajó en esta empresa más de dieciocho años. Recuerda que el viajante de esta fábrica era Juan Carrasco Corrales y nos dice que los pedidos no faltaban, siempre había una buena cantidad de trabajo. Más tarde se marcha a la fábrica de Antonio Carrasco Zapata, donde trabajó alrededor de treinta años, hasta que se jubiló.
Nos cuenta algunas de las anécdotas de su larga vida profesional en el sector, como cuando los lunes se echaba medio día y él, al ser el más joven de los petaqueros de la plantilla, lo mandaban a decírselo al jefe que era Pepe Luis. Éste, al ver que todo el mundo "cogía la puerta", le dijo un día que él se fuese por su cuenta, que los demás si se querían ir que se lo trasladaran a él. Más tarde se añadieron a estos medios días Luis Salas, Manolo Fernández y Antonio Amaya. Como es de entender estas horas las tenían que descontar en los días siguientes.
Su patacabra cuelga ya a la entrada del Museo con el numero 87. [Fotos: Paco Solano]
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