sábado, 13 de junio de 2015

Patacabras Jubiladas: Pedro Guerrero Barea


Hemos recibido una nueva Patacabra Jubilada, la de Pedro Guerrero Barea.
Pedro nació en nuestro pueblo el 12 de abril de 1949. Su vida laboral comienza en un gremio muy cercano al nuestro, los carpinteros que tanto han aportado a la marroquinería por su buen hacer y siempre a la disposición de cualquier cometido que le pedían los petaqueros. Pedro trabajó en la carpintería situada en El Rodezno, aparcería de Chaves y Antonio García, aunque su quehacer en este gremio duró poco tiempo, ya que su hermano Juan, consciente de que le gustaba otro trabajo, le buscó un sitio en la fábrica donde trabajaba, concretamente la petaquería de Diego Arenas, en la calle Jesús, donde como todo zagal entra haciendo "los mandaos". En 1963 y a la edad de trece años entra a formar parte de la plantilla de Manuel Coronil Aragón, donde permaneció hasta el año 1993 en que se cerró esta empresa tras haber pasado por su hijo Manuel Coronil Merino, y más tarde a una firma inglesa. En esta empresa pasó por diferentes secciones: Estuchería, Pequeña Marroquinería y Bolsos. Nos recuerda sus principios en esta firma y nos narra cómo siempre estuvo al lado de su hermano Antonio, que fue quien lo adoctrinó y enseñó este noble oficio, concretamente hasta el año 1971 en que se fue a la mili. En esta empresa llegó a ocupar el puesto de jefe de taller en la sección de Pequeña Marroquinería (conocida como "las piezas chicas"). Más tarde entraría en Manufacturas López, tambien desempeñando la labor de jefe de taller en la sección de Bolsos, y su última etapa la desarrolló en la fábrica de Fernando Domínguez, Dimopell, donde se jubiló.
Su patacabra consta en nuestro registro con el número 107 y ya cuelga a la entrada de nuestro Museo. [Fotos: Paco Solano]




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