sábado, 3 de octubre de 2015

Donación de planchas de repujado y máquinas de coser por José Lamela Pérez y Ana Barranco Bueno


Nuestro museo sigue creciendo, en esta ocasión gracias a la aportación de José Lamela Pérez y su señora Ana Barranco Bueno. Han efectuado la donación de una serie de planchas que se utilizaban en el repujado tradicional de nuestra localidad, concretamente cuatro de plomo y calamina, y trece magníficas de madera con diferentes motivos, además de una máquina de coser con su pie, cuyo cometido era la perforación de los agujeros del cosido "al plus", y otra máquina de coser tradicional marca Singer. Las planchas de repujado y máquinas donadas constan en nuestro registro con los números del 320 al 338.

Comentaremos brevemente la trayectoria profesional de José Lamela Pérez, que nació en la población vecina de Benaocaz (Cádiz) el 6 de mayo de 1943. A la edad de quince años llega a Ubrique donde empieza a trabajar en la fábrica de Paco Cabello. Nos relata que sus primeras faenas eran la de planchista en la máquina de volante, y hace referencia a la cantidad de piel de cabra que se planchaba. También cortaba rasos y ahormaba monederos. Aquí permaneció durante dos años aproximadamente. A continuación se va a la fábrica de Manuel Coronil. Más tarde estuvo de mecánico con Cristóbal Rodríguez, y por último con el maestro herrador, donde nos cuenta como anécdota que cuando estaba en la fragua y las herraduras estaban al rojo vivo, las chispas que despedían le caían en los pies y le hacían saltar. El devenir del trabajo le hace pasar los meses de invierno en la fábrica de su primo Pepe y los veranos en el repujado de Manolo Carrasco. Finalmente opta por la profesión de repujador y se establece a la edad de dieciocho años en la casa de su madre, situada en la calle Peral nº 25. Más tarde, al regreso de la mili, traslada su taller a la casa que construye en la calle Zurbarán nº 9. Nos relata cómo fue en declive este gremio, dado que en los años setenta se pagaba un plato de monedero de tacón a diez pesetas y en los ochenta a sólo una peseta. Su inquietud y carácter polifacético le hacen montar un taller de rebaje, costura y corte, y por último tras el cierre de su taller trabajó en firmas como Dimopell, Martínez Melgar y Pérez Ruz. [Fotos: Paco Solano]






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