Recibimos una nueva
Patacabra Jubilada, la de
Lorenzo Atienza Tardío.
Lorenzo nació en Ubrique el 25 de diciembre de 1933. A la edad de once años
empieza su andadura en nuestro sector de la piel. Su pasión y motivación por
querer aprender hace que entre en el taller de Antonio Olmedo, que estaba situado frente a la ermita de
San Antonio. Sus primeras faenas consistieron en hacer los "mandaos"
y preparar los engrudos de almidón. En este taller nos relata que no dejaba
de observar cómo los oficiales tenían esa destreza y facilidad de hacer
las diferentes faenas en el proceso de fabricación, lo cual le motivaba para llegar a desempeñar las labores del oficio como ellos. La inquietud
de aprender le hace hablar con su cuñado Manolo Solano Gálvez, que le
busca una nueva fábrica, la aparcería de José Peña Rodríguez,
Antonio Carrasco León y Juan Rubio, situada en la calle de los Gatos (calle San Gregorio). Aquí lo
sientan al lado de Antonio Carrasco, que es quien lo irá formando. Aquí también va pasando por otras secciones del
taller, como la plancha, que recuerda que era de volante. Cuando se
siente desenvuelto en el oficio, a la edad de dieciocho años, decide
marcharse a la empresa Godoy, donde empieza a
trabajar solo, elaborando, entre otras piezas, luqueras y americanos. 1970 es la
fecha en que se establece con Francisco Fernández y empieza como empresario. En estos comienzos le trabaja a Gonzalo Sánchez, donde realizan la
producción de piezas tanto en serpiente como en lagarto. Continuando como empresario, ya en solitario, llegó a tener
hasta catorce trabajadores y algunos de sus clientes estuvieron en
Venezuela, Isla Margarita y los Estados Unidos. En este último país nos relata
que uno de sus pedidos fue de trece mil monederos de
tacón.
Su patacabra cuelga en la entrada de nuestro Museo con el
número 208.
[Fotos: Paco Solano]